Uno de noviembre - Por: Herberth Colchaj - El Canal

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martes, 2 de noviembre de 2021

Uno de noviembre - Por: Herberth Colchaj

Por alguna razón hoy he despertado pensando en ti, aunque ya no estés conmigo desde hace mucho tiempo, mi mente está invadida por recuerdos que conservo con cariño en mi memoria. Al abrir una ventana de mi habitación, una corriente de aire impactó ligeramente en mi rostro. Fui a la cocina por una taza de café, pues no tenía hambre. Fue entonces que me percaté de que no había nadie más en casa, esto se debe a que hoy es un día muy especial.


Las nubes grises se hacen presentes y el viento sopla constantemente. Extraño el sabor del fiambre que preparabas. Estoy seguro de que no reconocerías a Sumpango si lo vieras hoy. Solo un recuerdo ha quedado de aquellos años en los que mi querido Sumpango era visitado por miles de personas en noviembre, esto se debe a una razón peculiar. 


Según la tradición y las costumbres guatemaltecas, el uno de noviembre se visitan los cementerios para conmemorar a aquellos que ya no están con nosotros en vida, y a su vez a volar barriletes para ahuyentar a los malos espíritus. En Sumpango, el pasar de los años fue dando lugar a que surgieran artistas que expresaron su arte en barriletes gigantes, así se originó el festival de barriletes gigantes, el cual se celebraba en el conocido campo de fut. Muchas cosas han cambiado. Nada es como solía ser antes de la pandemia, los cementerios están cerrados y ya casi nadie vuela barriletes.


Entre tanta incertidumbre el comité de barriletes gigantes hace un llamado a no perder nuestra identidad cultural. Hoy, el festival se celebra en el restaurante San Agustín, una finca que cuenta con alrededor de 900mts², el cual cumple con las más estrictas normas de salud y sanidad, me gustaría que pudieras verlo. Sin duda alguna el arte Sumpanguero sigue impresionándome. A pesar de mi admiración hacia los diseños más elaborados, sigues frecuentando mis pensamientos. Este año no pude comprar rosas ni claveles, eran tus favoritas. Tampoco puedo acercarme al cementerio para conmemorarte. Aún así le doy gracias a Dios por esos bellos momentos en los que estuviste a mi lado, aunque ya no estés conmigo vives en mis recuerdos.




 

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