“Como digo siempre en estas entradas, para mí una colección
no se mide por el número de camisetas sino por el amor que cada uno le tenga a
ellas. Acá algunos tienen más y otros tienen menos, pero todos son grandes
coleccionistas. Mauricio Mutis. Así, comenzamos este reportaje, brindando
comentarios de personas que son coleccionistas a nivel mundial".
Pero, por qué para los aficionados es tan complicado
conseguir jerseys de fútbol auténticas. Las reproducciones exactas de
las camisetas de fútbol de los equipos y selecciones más punteras son el
reclamo de un barrio de Bangkok, ubicado junto a una de las sedes donde estos
días se disputa el Mundial de fútbol sala.
"Al día siguiente de que el modelo original sale a la
venta, nosotros la tenemos en nuestras tiendas, con todos los detalles y la
serigrafía calcada a la original", indicó la encargada de una de las
decenas de tiendas que venden material deportivo en este barrio para Guatemala
al Instante".
Las jerseys más cotizadas
Hay de todo tipo de camisetas de fútbol, con colores, formas,
textura y tecnología. Pero entre las más cotizadas, son las jerseys históricas,
como, por ejemplo, la de Francia 1998, según el youtubero Alex de Trikot
Jerseys.
“Las camisetas retros y clásicas son muy cotizadas a nivel mundial, muchas, aunque ya no estén completamente nuevas o tengan algún defecto, pueden constar miles de dólares. Cabe resaltar que aumenta de valor, cuando el jersey tiene historial bueno, como si el equipo salió campeón en ese año o también por el jugador que la portó”.
No importa la edad para el coleccionismo
Fidel Voglino, es un coleccionista de 71 años, procedente
de Argentina.
“Tengo 71 años y soy coleccionista solo de camisetas rojinegras con franjas verticales por una razón especial. Acá en Mar del Plata el club de mi barrio que se llama San Lorenzo de Mar del Plata lleva esos colores y como soy un hincha fanático del club al que fui con mis padres, luego llevé a mis hijos y ahora me acompaña mi nieto, se me ocurrió coleccionar camisetas iguales a la de mi club”.
“Ya tengo en mi colección 153 camisas rojinegras, de 42 países. Mi idea es poder exhibirlas en la sede de la institución "cobrando" como entrada un alimento que serán destinados a los pequeños jugadores del club, muchos de ellos con muchas carencias y necesidades”.
“Unas de las prendas que más valoro, por su historia, es
una del Atlético Paranaense. Escribí a muchos clubes con estos colores pidiendo
ayuda con las camisas y nunca me contestaron. Solo el presidente una persona
del Paranaense me contestó y, después de un cruce de correos, me mandó una
camiseta Umbro del club muy hermosa. Al final, supe que había sido el
presidente”.
El negocio oscuro
A diferencia de las imitaciones que se pueden encontrar en
otros mercados de la capital tailandesa, las camisetas a la venta en estas
calles poseen el distintivo de la marca deportiva y reproducen hasta el más
mínimo detalle de las originales.
No faltan en las chamarras el número de serie en las camisetas Nike, el parche de la "Champions League" con las 9 Copas de Europa en las camisetas del Real Madrid, las etiquetas de Adidas o el escudo que porta el Barcelona como vigente campeón de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
"Tenemos clientes, la mayoría extranjeros, que se
llevan entre 400 y 500 camisetas cada vez que vienen. Ellos las compran aquí y
las venden en su país como originales", comenta la dependienta sobre el
precio por camiseta que varía entre los 200 y 300 bat (5 o 7,5 euros).
Un operativo en el año 2012, incautó más de medio millar de
esas prendas y 40.000 euros, se enmarca dentro de la "Operación
Exótica", desarrollada por la Guardia Civil de España, tras detectar la
llegada de envíos sospechosos procedentes de Tailandia.
Al final, todo es arte e historia
“A nosotros los coleccionistas, nos dicen que somo un poco
románticos por guardar un pedazo de tela, pero lo que no saben, es que
guardamos historia, risas, enojos y momentos que tal vez ya no se repita, pero
te lo puedes imaginar con solo ver nuevamente la camiseta de fútbol”.
“Es una satisfacción para mi poder usarlos a diario y que la gente voltee a verte con un jersey raro o llamativo. También, me gusta que algunas personas me preguntan ¿de qué equipo es? Y una gran ventaja es que en mi trabajo puedo venir de jersey diariamente, por lo que no repetiré hasta que pase más de un año aun trabajando los 7 días de la semana”, relató a Guatemala al Instante Raúl Núñez, coleccionista guatemalteco de 30 años.
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