¿Es importante la salud mental en época de Coronavirus? ¡Es importante que lo leas!

 

Por Candy Herrera

La pandemia de la COVID-19 vino a cambiar ritmos y estilos de vida desde que inició todo este caos en Wuhan China, es como un abrir y cerrar de ojos, y ha traído incertidumbre, rutinas diarias muy alteradas, y sin faltar las angustias económicas, porque estas no perdonaron y siempre estuvieron al día con las tasas de intereses iguales o altas según la empresa para cual se estaba con la deuda y aparte de ello, vino el aislamiento social. 

Esta pandemia vino a traer estrés, ansiedad, miedo, tristeza y soledad que a lo largo del confinamiento vino a empeorar los trastornos de salud mental, incluyendo la severa ansiedad y hasta la depresión. Todo esto para que algunas personas vinieran a refugiarse aumentando el consumo de alcohol o drogas, pensando que podrían ayudarlos a afrontar sus miedos sobre esta pandemia. 

Otro de los problemas que trajo esta pandemia, fue la alteración de los hábitos saludables, reduciendo actividades de ejercicio físico, un desequilibrio en los hábitos de alimentación, el aumento del uso de las redes sociales, de la televisión, de los videojuegos, dormir más de lo acostumbrado y todo esto llevó a muchas personas perder la noción del tiempo. 

Reducir el tiempo que se dedica a ver informativos de televisión o leer noticias asociadas al covid-19, evitando así la sobreexposición. Recuerde siempre consultar las fuentes de información correctas.

Otros de los problemas que trajo la pandemia y que ha ocasionado problemas mentales, es que hubo y sigue habiendo personas con familiares fallecidos y que no han podido despedirse de ellos. Todo esto también ha llevado al incremento de la ansiedad y/o depresión, y convertirse en síndromes de estrés agudo, que es una ansiedad máxima provocada por la impotencia ante esta situación.

Otras de las causas de esta secuela que está dejando la pandemia, es la pérdida de trabajo o la rebaja del salario, ya que la economía siguió igual y poco a poco fue incrementándose y esto llevó a muchos al suicidio o caer en consumo de estupefacientes creyendo que eso sería la mejor solución, pues haría olvidar lo que se estaba viviendo.

Es de saber que los menores y jóvenes fueron el grupo más vulnerable, ya que el encierro por la pandemia les vino afectar enormemente como irritabilidad, insomnio, frustración, estrés, miedo y ataques de pánico pues ellos están acostumbrados a la libertad, ir a los parques con los amigos, salir con los padres, ir a los centros comerciales, todo esto les vino afectar enormemente, ya que los privó de todas las actividades que se hacían. 

Todo esto lleva al estrés que va a generar cambios muy drásticos en el estado de ánimo, como ser poco tolerantes, muy sensibles, comer a todas horas sin tener un suficiente control con la alimentación, o comer sólo por comer sin entender las consecuencias que trae.

En cuanto a los niños, afectó enormemente con los cambios de conducta, están más inquietos y les cuesta obedecer lo que sus padres les ordenan a hacer en cuanto a sus tareas escolares o incluso el limpiar su dormitorio; otros no obedecen. Estos niños perdieron la concentración en sus clases virtuales porque el estar sentados frente a una computadora y viendo las clases virtuales, los llevó a realizar juegos virtuales y perder la atención a sus estudios.  

Con los adolescentes se presentan los mismos síntomas que con los niños, pero más fuerte, ya que perdieron todo contacto físico con sus amigos y se tuvieron que limitar a estar encerrados en su casa, su dormitorio y estar sentados frente a la computadora por unas 7 horas diarias. 

¿Por qué afecta más la ansiedad y depresión en estos tiempos de pandemia?

Oscar Romero, enfermero de la Escuela Nacional de Enfermeros de Guatemala de la USAC y psicólogo de la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, comentaba que la ansiedad y la depresión son dos tipos de trastornos frecuentes en la sociedad actual; no obstante, con la aparición de la pandemia, un número considerable de personas manifestó malestar general con algunos de los síntomas característicos de ambos trastornos. La dificultad para adaptarse a los cambios se ha constituido como uno de los factores de riesgo para su padecimiento.

La ansiedad genera inquietud, fatiga, tensión muscular, problemas de sueño, dificultad para la concentración. No es la pandemia en sí la que generó este malestar sino la forma en que se están afrontando los cambios que en ella aparecen, por lo que conviene hacer una autoevaluación de nuestra actitud ante la situación y la búsqueda de ayuda, principalmente de tipo profesional.

“Por su parte la depresión puede estar asociada con las pérdidas, tanto humanas, como económicas, académicas y sociales. La persona con este problema pierde el interés de muchas de sus actividades, cambios alimenticios que generan pérdida o aumento de peso, insomnio o aumento de la actividad de descanso, incluyendo la fatiga, hasta la consideración de la muerte. Para solventar estos problemas, la persona involucrada debe modificar sus hábitos: razonar la importancia de estar mejor en un sentido integral, mejorar su relación espiritual, cuidar su alimentación, practicar algún deporte, mejorar en sus relaciones interpersonales y en muchos casos, solicitar el apoyo profesional de los psicólogos, que tienen una formación adecuada para el tratamiento de los trastornos y sus síntomas”, agregó el psicólogo Romero. 

Si es importante tratar de tener la mente distraída y ayudar a las personas que nos rodean, como darles tranquilidad, la conversación familiar a la hora del almuerzo, delegar responsabilidades en el hogar, establecer rutinas en casa, como por ejemplo, un horario para trabajar, para realizar las tareas domésticas y para descansar, hacer ejercicios, agradecer por la vida, explicar a los niños y adolescentes sobre esta situación, establecer usos de la computadora o las redes sociales, evitar ver las noticias donde hablan solo de la pandemia, crear un espacio físico donde ejercitarse, leer, escuchar música relajante, dibujar, pintar, armar rompecabezas, etc., estos son excelentes alternativas para tener la mente libre de depresión, ansiedad y estrés.