La oficina del PDH reporta 180 camas ocupadas, tomas de oxígeno sin funcionar y falta de tratamiento para pacientes en el área COVID-19 del hospital San Juan de Dios.
El servicio para la atención de pacientes COVID-19 en el Hospital San Juan de Dios que inicialmente estaba diseñado para funcionar con 104 camas se encuentra con 180 camas que están ocupadas. El centro ha superado el 100 por ciento de la capacidad que tiene para atender a pacientes, según un reporte de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH).
La defensora de la Salud, Zulma Calderón, realizó una inspección en el área mencionada donde hallaron a 60 pacientes en condición delicada, de los cuales 18 están siendo ventilados y utilizan oxígeno.Defensora de la Salud de @PDHgt @zulma_calderon realiza supervisión nocturna en área de CAPERE I @HospigenGT, servicio especializado para la atención a pacientes #COVID19 icio especializado para la atención a pacientes COVID-19 pic.twitter.com/VonLNRDpLr
— PDH Guatemala (@PDHgt) August 28, 2021
El reporte de la entidad indica que en el hospital hacen falta tomas de oxígeno, ventiladores, monitores y bombas de infusión. El personal de mantenimiento no ingresa a las áreas COVID-19 por lo que existen tomas de oxígeno que no están funcionando como corresponde.
Además, familiares de los pacientes han tenido que gastar entre Q10 mil y Q14 mil para comprar Tocilizumab porque el hospital está desabastecido. No cuentan con propofol y vencuronio. El Remdesivir es limitado por lo que solo se aplica a los pacientes con mejor condición. También tienen escacez de fentanyl y midazolam.
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En el Hospital General San Juan de Dios han muerto este año 442 pacientes por COVID-19.
Colapso de personal médico
La defensora de la salud informó que tres médicos residentes trabajan por turno y tienen a su cargo a 20 pacientes cada uno. Además, solo está asignado un terapista respiratorio para la atención de los 60 pacientes. En el centro encontraron cuatro auxiliares de enfermería y una enfermera profesional.
Según la defensora, el recurso humano es insuficiente para la cantidad de pacientes ingresados que presentan una condición crítica.
Durante la inspección también observaron que el personal de atención al usuario no ingresa al área COVID-19 por lo que se carga al personal médico para trasladar información de la evolución de los pacientes a los familiares.
Con información de elPeriódico.
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